Siniestro total. Un grupo de música, ¿no?
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Así se escribe la historia. Le pregunté a un joven no tan joven si sabía qué era un siniestro total y la respuesta no se hizo esperar: “me suena a grupo de música, ¿no?”. Tampoco hemos de extrañarnos: si buscas en Google, el primer resultado te lleva a la web del popular grupo gallego de los ’80; el segundo es Wikipedia, pero la primera acepción por defecto vuelve a ser el grupo de música punk-rock… por fin, una pestaña de la propia enciclopedia nos da a entender que existe un concepto jurídico de lo que llamamos «Siniestro total».
Además de comprobar la asombrosa mutación de un concepto trágico como el de “siniestro total” que acaba siendo percibido más como experiencia lúdica que como accidente, me parece importante adquirir un dominio mínimo de la terminología del mundo de los seguros. Más que nada por saber qué firmamos y a qué nos comprometemos.
La Wikipedia nos ofrece la siguiente definición y matices de Siniestro total: Destrucción total o pérdida total cuando a resultas de un siniestro se da una de las dos o las dos situaciones siguientes:
- Cuando la reparación de los daños producto del siniestro no es viable técnicamente (viabilidad técnica).
- Cuando la reparación de los daños producto del siniestro no es viable económicamente (viabilidad económica).
Teniendo en cuenta que:
- Viabilidad técnica: cuando es posible mediante la técnica devolverle al bien dañado las mismas condiciones de uso, estética y seguridad que tenía con anterioridad al siniestro.
- Viabilidad económica: cuando su coste económico (precio) se sitúe por debajo del valor de reposición menos el valor de los restos.
De donde se deduce que:
Si Irep < Vr – Vrestos entonces, reparación económicamente viable
Si Irep > Vr – Vrestos entonces, reparación económicamente no viable.
Irep = Importe reparación
Vr = Valor de reposición
Vrestos = Valor de los restos
A la vista de tanta definición y fórmula cualquiera podría deducir que tampoco será tan complicado llegar a un acuerdo en caso de “siniestro total”. Pues no. Todo lo contrario, me atrevería a afirmar, precisamente porque hay mucho en juego; mucho es poco, lo que se dirime es el futuro o viabilidad de la totalidad de algún bien o su valor. Por eso surge la figura del perito como absolutamente imprescindible. Es este técnico experto quien determina la tasación y la calificación de los daños según lo que cada póliza determina en cuanto la indemnización concreta sobre el producto y las circunstancias que rodean el incidente.
Espero que nuestro vocabulario sobre seguros se haya enriquecido un poquito con este rápido recorrido por el concepto de tipificación “siniestro total”; Por cierto, quería recordar antes de finalizar, que acabar en un caso de siniestro total nos puede ocurrir a cualquiera porque, en muchos casos, no dependen tanto de que uno mismo sean un imprudente (que seguro que no lo sois), sino de los imprudentes que nos rodean (que seguro que alguno hay).
Pase lo que pase, Ante todo mucha calma… lema de la camiseta popularizada por Siniestro total en pleno esplendor de su música hace la friolera de 30 años.