La revolución de las cajas negras (coches, motos y seguros)
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El turismo blanco se detuvo con la intención de girar a la derecha para estacionar, el turismo gris circulaba detrás y se detuvo también. De repente, el coche blanco dio marcha atrás, golpeando, con su parte trasera, la delantera del gris.
No hubo testigos. Ambos conductores salieron y comenzaron a discutir (el conductor del coche blanco insistía en que la culpa era del gris, que le había colisionado). Un policía llegó al lugar del accidente y, tras escuchar las versiones, solicitó a los conductores permiso para acceder a la caja negra de sus automóviles. Únicamente dio su permiso el conductor del coche gris. El policía se puso su casco inteligente, y conectó vía wifi con la caja negra del automóvil gris, y descargó los últimos tres minutos de grabación. El monitor de vídeo integrado en la visera de su casco, le permitió observar cómo el coche blanco había impactado al gris. Acto seguido comenzó a redactar en su tablet el atestado…
Una “caja negra” es un dispositivo electrónico que, instalado en un vehículo, recoge y almacena diversos datos de su funcionamiento y navegación. Comenzaron a instalarse en los aviones a finales de los años 50 del siglo pasado. Aunque son de color naranja (lo que facilita su localización), se usa el término “caja negra” porque se accede a ellas en un “día negro”, es decir, cuando el vehículo ha sufrido un accidente.
La NHTSA (Agencia Nacional para la Seguridad del Tráfico norteamericana, similar a nuestra DGT), quiere que a finales de 2014 o principios de 2015, todos los automóviles nuevos que se fabriquen en EEUU esténdotados de este dispositivo de registro. En la actualidad se estudia el nivel de privacidad que tendrán los datos obtenidos por estos sistemas, es decir, quien accederá a ellos, y con qué finalidad.
Una “caja negra” instalada en un automóvil o moto, puede registrar imágenes de la carretera, velocidad del vehículo, presión de los neumáticos, estado de la suspensión, temperaturas, y avisarnos al Smartphone del robo del vehículo, y su localización exacta en cada momento. Si se produce un accidente de tráfico, la caja negra registrará las imágenes del mismo, si se activaron los frenos, tipo o tipos de impacto que sufrió el vehículo, el despliegue correcto de los airbags (si lo hicieron a tiempo), y funcionamiento de los cinturones de seguridad, entre otros datos.
Resuelto el problema de la privacidad de los datos, pienso que el uso de las cajas negras se hará extensible a la Unión Europea, y no sólo en coches, sino también en motos, puesto que proporcionarán datos fundamentales para esclarecer las causas de los accidentes de tráfico, y, con ello, prevenirlos.
Por último, los conductores excelentes que lo deseen, podrán obtener un buen descuento en su póliza de seguros, si permiten que su compañía acceda a determinados datos de su caja negra (aquellos que demuestren su prudencia en la conducción).