La casa del terror (la ITV)
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Según la DGT las infracciones más habituales cometidas por los motoristas son: no pasar la ITV, los adelantamientos ilegales y el exceso de velocidad. Recientemente tuve que llevar mi moto a pasar la ITV. Fue la primera vez que lo hacía con una moto, puesto que cuando era pequeño los ciclomotores los llevábamos como queríamos (trucados, ruidosos y cayéndose a cachos) y mi anterior montura no llegó a la cita en estado de pasar revista.
A medida que se acercaba la fecha empecé a tener dudas, ¿podría ser ilegal algún componente de mi moto? Cuando instalé los latiguillos metálicos (cables de freno) mi mecánico ya me advirtió: «esto puede que no pase la ITV». A lo que yo respondí: «¿y eso? Lo único que hace es mejorar la frenada». Él se encogió de hombros y zanjó: «no lo sé, hay gente a la que le ha pasado». Los latiguillos son uno de los pocos accesorios que le he instalado a mi moto y que no son de serie. Los otros son: una salida de escape (homologada), una quilla (protección de plástico) que protege los colectores de escape y unas protecciones laterales. Nada más. Se podría decir que tengo la moto casi de serie.
Pues bien, al llegar la fatídica fecha volví a mi taller de confianza. Allí, mi mecánico me recomendó: «vete a la ITV de X, que allí pasan a la gente muy rápido y no se suelen fijar demasiado». Después de la recomendación, imaginaros como estaba yo…acojonadito. La verdad es que tampoco sé muy bien porqué, es decir, mantengo mi moto en perfecto estado: pastillas de freno, neumáticos, presiones, suspensiones… yo soy el primer interesado en que todo funcione como un reloj, pero aún así, será el miedo a lo desconocido.
Y es que creo que ese es el problema en cuanto a la ITV de las motocicletas: el desconocimiento. No estamos seguros de lo que se puede y no se puede instalar en la moto, y los moteros somos muy amigos de personalizar nuestra montura. No nos gusta que la moto sea igual a la del de al lado. Aunque sea el mismo modelo. Nosotros somos de los que queremos que nuestra moto sea una forma de expresión propia. Por desgracia los que hacen las leyes no están por la creatividad, sino por la burocracia, el orden y el aburrimiento.
Envidia me dan esos países en los que uno se puede hacer una moto en su garaje sin tener que homologar nada…si rueda es suficiente. Y no te creas, de esos que empezaron haciéndose motos en sus garajes luego han surgido empresas. Porque cuando el colega veía la moto tan chula que había construido, le preguntaba: «¿me puedes hacer una a mi?». Luego la voz se corría y aquel tipo que se quiso hacerse una moto personal acababa haciéndolas para mucha gente que compartía su pasión. Esa es otra de las cosas que me hacen gracia de este país, que todo el mundo te dice: «sé emprendedor, sé innovador, sé creativo…» pero luego, cuando vas y lo intentas, la realidad es otra: impuestos, burocracia, normativas que nadie entiende…en fin qué te voy a contar. Y esto es sólo un caso más.
Por cierto, mi moto pasó la ITV sin problema. El operario que me atendió era un chico como de mi edad muy majete que solo dudó al ver mi escape, pero al comprobar la homologación no hubo ningún problema. Así que os animo a todos a que no tengáis miedo a ir y pasarla porque hay veces que es más el miedo que la enfermedad, y además, si no la pasáis, vuestro seguro no os pagará en caso de accidente. Por otra parte, también me gustaría que las autoridades informaran más a los usuarios (que no todo es exigir) y tuviera en cuenta que hay toda una industria que vive de los accesorios y la personalización de motocicletas. Que ninguno queremos más parados.