¿Qué contempla el seguro para perros potencialmente peligrosos?

Los amantes de los animales y los dueños de mascotas son cada día más. Muchos de estospropietarios quieren lo mejor para su amigo a cuatro patas y por eso suelen contratar seguros para perros para velar por la seguridad del propio animal y también por la de los demás.

La legislación en España, según el BOE 074 de 27/03/2002, determina un total de 8 razas de perro potencialmente peligrosas definidas así por sus atributos físicos: agresividad en ataque y defensa junto y mucha fuerza y vigor. Estas razas son fruto de cruces para crear perros de pelea, ataque o vigilancia. En detalle son:

• Pit Bull Terrier
• Staffordshire Bull Terrier
• American Staffodshire Terrier
• Rottweiler
• Dogo Argentino
• Fila Brasileiro
• Tosa Inu
• Akita Inu

Cada comunidad autónoma matiza a su vez el tipo y el número de razas peligrosas, por ejemplo en la Comunidad Valenciana se llega hasta catorce. Además, habría que considerar también los perros mestizos nacidos por el cruce entre estas razas de perro con cualquier otra.

En España hay que satisfacer unos requisitos legales obligatorios para poder contratar esta clase de póliza en cualquier compañía aseguradora, veamos en detalle cuáles son:

• Una licencia administrativa específica del municipio de residencia. El dueño debe certificar que tiene las aptitudes psicológicas adecuadas para educar a un animal de estas características.
• Un certificado veterinario que testifique la buena salud del perro.
• La Contratación de  un seguro de responsabilidad civil a terceros no inferior a 120.000 euros.
• No tener antecedente penales y ser mayor de edad.
• Identificación del perro e inscripción al Registro de Animales potencialmente peligrosos del municipio de residencia.

Una vez cumplidas todas estas normas, hay que recordar que los dueños de estas razas caninas deben cumplir con unas pautas adicionales obligatorias a la hora de sacar el perro a pasear:

• Utilizar una correa corta y no extensible.
• Dotar el perro de bozal.

Estas normas son muy  importantes  porque, en caso de accidente con nuestro perro, la compañía aseguradora podría negarse a pagar la cobertura por incumplimiento de alguno de estos dos puntos. Y debemos tener en cuenta siempre que no existen perros malos, sino malos amos.