Consejos para una conducción caliente, durante el frío
Compara los mejores seguros
¿Hay alguien que lea estas palabras a quien no le guste conducir? No lo creo. Pero como “hay gente pa tó”, puede haber a quien mover una máquina de cuatro ruedas le resulte la cosa más pesada o aburrida del mundo; no se daría cuenta de que es un invento que le permite desplazarse con relativa libertad, que le descubre lugares nuevos, que le acerca a aquello que quiere y a los que quiere, y que en definitiva, y con un buen uso, te hace la vida más fácil.
Y no hace falta pilotar un descapotable de 500 CV con la melena al viento, bajo un sol radiante y la playa de Malibú a un lado para disfrutar conduciendo.
Cuando las temperaturas sean de un solo dígito, el cielo esté más tiempo gris que azul, y aunque no tengas un superdeportivo de cientos de miles de euros, también se puede uno deleitar conduciendo. Para eso, no estaría de más que tomases nota de los siguientes consejos para una eficaz conducción invernal, y no llevarte así ningún susto o simplemente, sufrir un contratiempo que enturbie la gozosa sensación de conducir bajo techo, resguardado del frío o de la lluvia y de llegar a tiempo y sano y salvo a tu destino:
1. El principal consejo: respetar aún más los límites de velocidad y la distancia de seguridad. Con el frío y el mal tiempo, la posibilidad de sufrir una circunstancia impredecible es mucho mayor, por lo que hay que extremar la atención, y ser conscientes no ya sólo de tu conducción, sino de la de los demás para adelantarse así a cualquier situación de potencial riesgo.
2. La perdida de control sobre el vehículo es uno de los mayores peligros y que más accidentes provoca en la época invernal. Para estar más seguros ante cualquier imprevisto por el mal estado de la carretera y la falta de adherencia lo fundamental es echar un ojo a los neumáticos. La profundidad del dibujo de la rueda ha de ser por ley, de 1.6 mm. Pero para mayor seguridad recomendamos sustituirlos cuando sea menor de 1.8 mm. Para una mayor longevidad del neumático lo mejor es una conducción suave y evitar pisar bordillos al aparcar. Y como consejo adicional muy a tener en cuenta, en cualquier época del año, los neumáticos han de tener la presión adecuada a su tamaño y características.
3. La mayoría de los automóviles actuales están preparados para circular, con mucha precaución, en situaciones extremas de frío (no ya tanto de nieve, lluvia o viento). Centrándonos en situaciones de muy baja temperatura, es en el momento de arrancar nuestro coche cuando debemos cuidarlos más y sobre todo ante una helada intensa (fenómeno bastante común en casi toda España), prevenir que el motor se haya congelado, se rompa y tengamos que sustituirlo. Parece algo exagerado, pero pasa mucho más de lo que uno se cree. Para evitarlo, simplemente hay que echar un producto anticongelante en el depósito ubicado en el motor. Y no escatimes su uso, ni conserves la garrafa durante más de dos años? Por gastarte 15 ó 20 euros que cuesta un envase de cinco litros, puedes ahorrarte miles de euros si el motor de tu coche hace “crac” o algo peor?
4. Aunque lo hayas hecho en verano antes de la salida vacacional, vuelve a revisar el nivel de aceite, el estado de la batería y la intensidad de iluminación de las luces de tu vehículo. Y un sencillo truco, echa un poco de anticongelante en el depósito de agua de los limpiaparabrisas y verás cómo la incómoda capa de hielo desaparece más fácilmente (y recuerda, no eches nunca agua caliente directamente al cristal, ¡podría hacer que la luna se quebrara!).
Seguir estos consejos es muy fácil, y supone un leve coste perfectamente asumible. Y te asegura, si no hay circunstancias imprevistas, propias o ajenas, que puedas pasar el largo invierno sin ninguna dificultad.
Otra cosa es que no te guste conducir, y menos aún en invierno. Pero dudo mucho de que si has llegado hasta aquí, sin que no te guste, aunque sea un poco, eso de sentir el volante entre tus manos, la fuerza del motor al pisar el acelerador, el ligero vuelco al trazar una curva, y la sensación de dejar atrás un paisaje mientras llegas a otro nuevo? Dudo mucho, entonces, de que no te guste conducir, haga frío o calor.