Seguro responsabilidad civil
La responsabilidad civil consiste en la obligación que recae sobre una persona de reparar el daño que ha causado a otro, sea en naturaleza o bien por un equivalente monetario, (normalmente mediante el pago de una indemnización por perjuicios).
Por lo tanto, un seguro de responsabilidad civil es todo aquel que cubre los daños causados a terceros.
El daño a terceros puede conllevar consecuencias penales, cuando la acción, omisión o negligencia está tipificada como delito; y consecuencias civiles cuando se entienda que no siendo delito, sea preciso reparar o reponer la situación anterior al daño o ambas.
La responsabilidad civil basa su fundamento en los artículos 1.902, 1.903 y siguientes del Código Civil:
- El art. 1.902 de Código Civil establece: «El que por acción u omisión causa daño a otro, interviniendo culpa o negligencia está obligado a reparar el daño causado».
- El art. 1.903 añade: «La obligación que impone el artículo anterior es exigible, no sólo por los actos u omisiones propios, sino por los de aquellas personas de quienes se debe responder.
Teniendo en cuenta las características de la responsabilidad civil en numerosos casos puede resultar de gran ayuda y tranquilidad disponer de un seguro que la proteja y cubra.
Así, las compañías de seguros cuentan con pólizas que cubren los daños causados por un hecho súbito, accidental e imprevisto; es decir, un siniestro. Aquellas acciones, omisiones o negligencias, propias o de quienes somos responsables, que producen un daño, no querido ni previsible y que están fuera del ámbito de voluntad de las partes son las que las compañías están en disposición de cubrir.
En base a técnicas estadístico-actuariales, las compañías determinan para cada actividad o profesión, una frecuencia media de siniestros y un coste medio de los mismos, lo cual les da la prima pura del riesgo, al cual añaden sus gastos internos, externos y beneficio que da como resultado, la tasa de riesgo para cada actividad o profesión.
Debemos tener presente que, a mayor frecuencia de siniestros y/o mayor coste medio de los mismos, mayor será la tasa y viceversa. Así, podemos comprobar que la estructura de cálculo se basa en la observación de lo que ha ocurrido en el pasado, cuantos siniestros se han producido por ejemplo en las último diez años, cual ha sido el coste medio (con todas las variables estadísticas que existen, media, moda, etc..) de hechos accidentales, súbitos e imprevistos. Si a eso le añadiésemos la responsabilidad civil contractual, por la cual una de las partes incumple sus compromisos «voluntariamente» bien porque se comprometió a algo temerariamente o bien porque le han surgido otras oportunidades que le hacen que sea más rentable no cumplir, el cálculo se convertiría en casi imposible y el coste del seguro sería inabordable.
Actualmente hay muchas compañías en el mercado que cuentan con una amplia oferta de seguros de responsabilidad civil en el mercado.