Ferrari

Seguros de coche para Ferrari

¿La marca automovilística más popular de la historia?

Ferrari es, posiblemente, una de las marcas de coches más conocidas y deseadas en todo el mundo. Fundada en 1929 por el italino Enzo Ferrari, la firma del “cavallino rampante” no ha cesado de aumentar su prestigio y exclusividad durante más de ochenta años. El símbolo del caballo negro encabritado sobre fondo amarillo es sinónimo de potencia, velocidad y calidad. Y lo es, tanto en su división de autos de carreras de alta competición como en la de superdeportivos de calle, pero eso sí, a un precio prohibitivo para la mayoría de los mortales.

Poseer un Ferrari: dinero y… paciencia

Los descendientes de Enzo Ferrari siguen controlando la marca, a pesar de pertenecer desde 1969 al poderoso grupo FIAT, y se muestran orgullosos de poder cumplir la máxima proclamada por su creador: “Hay que construir tantos autos como demanda haya, menos uno”, característica que remarca el hecho de que no hay ningún modelo Ferrari que supere las 10000 unidades vendidas. Actualmente, las listas de espera son un factor habitual a la hora de comprar un Ferrari nuevo. Aquellos afortunados que puedan desembolsar los casi 200.000 euros del Ferrari California, hasta llegar a los 300.000 euros del Ferrari más caro, el 612, deberán resignarse a esperar; los tiempos de demora van desde los 12 meses hasta los tres años.
Imaginamos que una vez que se pisa el acelerador de tu Ferrari, todo esos tiempo esperando habrá merecido la pena.

Un Ferrari que vale su peso en oro

Una de las ventajas de una supermarca como ésta es que normalmente, y en contra de lo habitual, los modelos de Ferrari son de los pocos que se revalorizan pasados los años. Siempre que las condiciones de conservación y de mantenimiento hayan sido óptimas. De ahí que el mercado de segunda mano de estos automóviles, aunque limitado, tenga cierto movimiento. Es sencillo encontrar tanto a golpe de ratón como en concesionarios especializados, F430, F366, F348, e incluso modelos más antiguos como el Testarrossa.

El seguro de un Ferrari

Como no estamos ante coches “normales”, sino ante auténticos superdeportivos que desarrollan potencias de 400, 500 e incluso más de 600 CV, es obvio que sus velocidades puntas superan en muchos casos los 300 km/h. Lográndose así la ecuación perfecta que provoca que las pólizas que aseguren un vehículo de estas características, rocen cantidades con las que se podría adquirir un coche “normal” de alta gama.

El alto número de siniestros y accidentes en los que se ven involucrados este tipo de vehículos dadas su altísimas prestaciones, y el factor de que no son aptos para conductores novatos, elevan las pólizas hasta cotas económicas muy elevadas, inalcanzables otra vez, para el ciudadano de a pie.

Pero como contábamos al principio, los compradores de una marca como Ferrari, es probable que si ya se han gastado cientos de miles de euros, les resultará un gasto mínimo unos cuantos miles de euros más.

Para el resto, siempre nos quedará la opción de alquiler por días, pero esa es otra historia…